"Hace unos años cometí el acierto de aceptar la invitación de Mario a participar en uno de sus primeros talleres de narrativas. Fue un taller de escritura autobiográfica que nos sumió, a mí y a un interesante grupo de concurrentes, en un viaje de exploración de una belleza y profundidad que yo no esperaba encontrar. Lo recorrí maravillado, disfrutando de los hallazgos aunque de vez en cuando fuera terribles o escurridizos. El taller era un espejo donde, con la ayuda del grupo y bajo la guía generosa de Mario y sus colaboradores, fui desenterrando ruinas y piezas arqueológicas de mi propia vida que, sin sospecharlo, había dejado olvidadas, en algunos casos para poder seguir adelante. A pesar de tener el hábito de escribir, y de creer en el poder transformador de la literatura, no sería capaz de calibrar, si no lo hubiera vivido, el remezón que terminó significando para mí aquella experiencia. La recomiendo para todas las personas que no teman entregarse en serio a un ejercicio de autodescubrimiento del que no saldrán siendo los(as) mismos(as)."